"Era una especia de ardor, una sencacion nueva, desconocida. Despues, algo que comenzaba a desplazarse por todo su cuerpo, rapido, invasivo, como si preparase para atacar. Y eso comenzaba a paralizarlo. Sintió que perdia pie, y se apoyo con las dos manos contra la ventana.
Fue en ese momento que lo vio.
Iluminado por la luz de la luna que entraba a traves de los cristales, el telefono permanecia sobre la chimenea. Quieto, indiferente, como todos los objetos que se encontraban en aquel extraño museo de cosas familiares. Quiso romper el vidrio, pero sus brazos no le respondieron. Los miro. Eran sus brazos, pero ya no le obedecian. Intento mantenerse en pie, hasta que finalmente se dejo caerapoyandose contra el muro. su cuerpo qedo en una posicion extraña y su rostro mirando hacia el bosque. No intento moverse. Apenas levanto la mirada, y vio los arces que se mecian al lado de la casa, esa tarde. Ahora eran grises y estaban inmoviles. Y cerro los ojos, y rogo que todo aquello fuese solo una novela."